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Ángel te cuenta cómo contribuye a una sociedad más sostenible

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Formación para el empleo en la economía circular

Ángel Arévalo, participante del Servicio de Empleo de Down Madrid, ha contado su experiencia como alumno de la especialización en Reparación y Reutilización de Dispositivos Electrónicos, en la Jornada ‘Creando valor en la economía circular’ organizada por Plena Inclusión MadridFundación Repsol y el Ayuntamiento de Madrid. La Jornada tiene como objetivo poner en valor la contribución de las entidades sociales y de las personas en situación de vulnerabilidad en la construcción de sociedades más sostenibles e inclusivas.

La jornada ha sido inaugurada por el Delegado de Medio ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante y el Viceconsejero de Medio Ambiente y Agricultura de la Comunidad de Madrid, Mariano González, la Directora del Área de Social y Voluntariado de Fundación Repsol, Mar de Andrés y el Director General de Plena Inclusión Madrid, Javier Luengo.

El curso objeto de la ponencia surgió como una iniciativa de Down Madrid dentro del proyecto Creando Valor de Plena Inclusión Madrid y Fundación Repsol, con el objetivo de ofrecer nuevas oportunidades de desarrollo personal y empleo en nuevos sectores relacionados con la Economía Circular. Ángel se formó junto a 11 jóvenes más de los programas de formación postobligatoria y empleo de Down Madrid. 

Ángel ha comenzado su ponencia explicando la importancia y aportación a la economía circular de este curso de especialización en reparación, reacondicionamiento y reutilización. “Se les da una segunda oportunidad a ordenadores, tablets o móviles y sus componentes. De esta manera, se reducen los desperdicios tecnológicos, permitiendo alargar su vida útil”.

Para Ángel, conocer la correcta gestión y reciclaje de los residuos durante todo el proceso es indispensable para contribuir a la sostenibilidad. “Hemos aprendido las 7 Rs: reflexionar, reducir, rediseñar, reutilizar, reparar, reciclar y recuperar; muy importantes para evitar la tendencia del ‘usar y tirar«. 

Gracias a esta formación, tal y como ha expuesto Ángel, los alumnos han aprendido a desmontar un ordenador, identificar sus componentes, utilizar herramientas especializadas, hacer micro- soldaduras e iniciarse en la electrónica. «Todo lo aprendido, lo poníamos en práctica con dispositivos antiguos ya usados”. Ángel reconoce que después de la experiencia, pueden optar a trabajos en los que todavía no hay mucha demanda, «de momento, de los 12 alumnos que han finalizado el curso, 3 han sido contratados y 3 están actualmente en procesos selectivos«.

Ángel, cuya vivencia ha suscitado un gran interés entre los asistentes, ha concluido destacando que ha aprendido a salir de su zona de confort y “a ser más ágil y cuidadoso” y que está deseando poder trabajar en el sector del reacondicionamiento. 

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