Premio Rastreator a Down Madrid por ‘Aprendo a comer’
Down Madrid recibe el Premio Solidario Rastreator por su proyecto Aprendo a comer
Los IV Premios Solidarios Rastreator.com han reconocido a entidades sin ánimo de lucro, entre ellas Down Madrid, su aportación a la sociedad, apoyándolas y poniendo en valor su labor en el desarrollo de iniciativas que mejoran las condiciones de vida de colectivos vulnerables riesgo de exclusión.
Nuestro proyecto Aprendo a comer ha sido seleccionado en la Categoría de Alimentación.
Aprendo a comer consiste en ofrecer sesiones de logopedia para potenciar la masticación y deglución en niños de 0 a 6 años con síndrome de Down. El objetivo de estos tratamientos es favorecer nuevos patrones musculares en la deglución y enseñar a los niños a aceptar nuevas texturas, experimentar con los sabores y manejar los alimentos dentro de la boca.
También queremos ofrecer programas y pautas a familias preocupadas por las dificultades en la alimentación.
El 80% de los niños con síndrome de Down presenta dificultades en la alimentación: deficiencias significativas en la función oral motora (hipotonía, macroglosia, cavidad oral pequeña, problemas dentales) así como frecuente rechazo a la comida y dificultad a la hora de aceptar las diferentes texturas de los alimentos.
Gracias a este premio podremos dar 380 tratamientos en un año, beneficiando a 20 bebés y niños con síndrome de Down y 40 familias.
También conseguiremos sensibilizar y acercar al mundo de la discapacidad intelectual a los empleados de Rastreator gracias a alguna actividad de voluntariado corporativo.
En la entrega de premios, Elena Escalona, Directora General de Down Madrid, dio a conocer el proyecto Aprendo a comer, ahondando en sus beneficios a corto y largo plazo, ya que unos buenos hábitos de alimentación se traducen en menos absentismo escolar y por tanto en un mejor acceso al empleo.
El proyecto Aprendo a comer cubre una necesidad de salud de una forma especializada y centrada en cada niño. Es un problema al que las familias se suelen enfrentar solas sin apoyo de personal sanitario con las dificultades que ello conlleva, añadiendo el riesgo de poder agravar otros problemas de salud relacionados si no se mantienen unos hábitos alimenticios adecuados en un período tan clave para el desarrollo y crecimiento de los niños.