La entrevista de Down Madrid -Beatriz-
Beatriz tiene 37 años. Estudió Psicología en la Univ. Complutense, está especializada en neuropsicología infantil.
Además tiene un recorrido internacional, en Italia colaboró en una investigación sobre los efectos de una vacuna en los procesos cognitivos. Reconoce que su gran pasión es viajar y leer pero que ahora sólo lo hace cuando Erik, su hijo, le da una tregua.
¿Cuántos años llevas trabajando en la organización? ¿Cuál es tu puesto concretamente?
Entré a formar parte de la Fundación en Febrero de 2011 en el servicio Psicopedagógico de Intervención de la “Etapa Escolar”. Daba clases de razonamiento-lógico matemático, lecto-escritura, grupos de entrenamiento cognitivo y de grafomotricidad. Este en mi séptimo año y ahora coordino el área de Intervención (de los centros de Caídos y 3 Olivos) que abarca desde los 6 años hasta la edad adulta.
¿Qué trabajes en el sector social es vocación, afición o simplemente casualidad?
Totalmente vocacional, me di cuenta de que formaba parte de mi vida cuando hice las prácticas en un colegio de educación especial supe que mi profesión se iba a desarrollar con personas con Discapacidad.
¿En qué consisten las actividades que se realizan en intervención?
En Intervención los programas son personalizados e individualizados, teniendo en cuenta las características y necesidades de cada usuario y sus familias. Las sesiones pueden ser individuales, en pareja o en grupo. Ahora mismo atendemos a 206 personas con discapacidad intelectual.
El servicio consta de tres áreas: Psicológica, Psicopedagógica y Lingüística. A través del apoyo psicológico se busca el bienestar emocional, conductual y social, de las personas con discapacidad intelectual. Desde el área psicopedagógica se desarrollan los recursos intelectuales mediante el entrenamiento concreto de los procesos y funciones cognitivas y se favorece la adquisición de aprendizajes como la lectura, la escritura y el razonamiento lógico matemático. En logopedia se desarrollan las competencias comunicativas y lingüísticas.
¿Por qué consideras que es una atención especializada que se realiza de manera transversal, es decir para cualquier tipo de edad y de discapacidad intelectual? ¿Durante cuánto tiempo se ha de seguir la intervención?
Esto es una carrera de fondo, cuando son más pequeños hay que potenciar los aprendizajes y el lenguaje así como las habilidades sociales, es una época en que las familias están más tranquilas han dado el salto de atención temprana y ya están en primaria, cuando llegan a la adolescencia hay que acompañar a los chicos y a las familias, es una época de cambios y de transición hacia la vida adulta, hay mucha demanda para los grupo. Me muevo dónde se hace un trabajo conjunto profesionales-chicos-familia. Una vez terminan su trayectoria escolar y empiezan la formación para el empleo o en centro ocupacional las demandas son para grupos de habilidades socioemocionales y resolución de conflictos, logopedia, grupos de comunicación, grupo de habilidades académicas funcionales y entrenamiento cognitivo. El objetivo es mantener las habilidades adquiridas y una vez que llegan a la edad adulta y sobrepasan cierta edad el foco se centra en prevenir el deterioro.
¿Cuáles son las principales dificultades con las que se encuentran?
Las mayores dificultades que nos encontramos están relacionadas con la conducta, gestión de límites, frustración y comunicación.
Lo que me ha costado superar como profesional de atención directa de hecho, es haber dejado de ser profesional de atención directa. Desde que estoy en coordinación estoy enfocada a la gestión del servicio y del equipo, creación de proyectos y búsqueda de ayudas que a priori no es tan gratificante pero estoy aprendiendo muchísimo.
Cuéntanos algunos de tus recuerdos que mejor conservas en tu memoria
Sobre todo los primeros niños que atendí cuando entré: Sofía, Isa, Juanjo, Celia, María, Jorge, Isa….Ahora les veo y me parece increíble la evolución. Es una gratificación tremenda como profesional ver los avances, la madurez y autonomía que van adquiriendo.
Pero la mayor historia de superación me parece la de Zulema y su familia. Pensar en su actitud cuando paso por un momento complicado me hace ser más fuerte.
Os cuento una anécdota que me pasó cuando me quedé embarazada Bea, que tiene síndrome de Down, se interesó mucho por mi embarazo. Coincidía que ella iba a tener una sobrina también. Un día llego a la fundación con un sobre para mí. Me había hecho un listado súper detallado con posibles nombres, cosas que tenía que comprar, cómo tenía que preparar los purés ,el baño ,todo tipo de cuidados y qué cosas tenía que hacer el padre para cuidarnos a los dos (tareas concretas). Con el sobre venían 100 euros que había “cogido” a su madre para que le comprase algo al bebé. El dinero se devolvió a la madre y yo me quedé la lista que tengo pegada en la nevera!:). Demostró iniciativa y muy muy buena planificación y estructuración del escrito. ¡!