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Dos jóvenes con discapacidad de Down Madrid tras una prueba de natación

El deporte en Down Madrid: historias de inclusión y superación

Álvaro y Dani, dos jóvenes con discapacidad completan la travesía a nado Tabarca – Santa Pola

El padre de los dos chicos, Pedro, los acompañó a bordo de un kayak durante los 5.900 metros que duraba la travesía

Álvaro y Daniel, dos hermanos de 17 y 16 años respectivamente, participaron este domingo en la XXII edición de la Travesía a Nado Tabarca – Santa Pola. Estos jóvenes, Álvaro, con síndrome de Down; y Daniel, con parálisis en el brazo izquierdo, consiguieron completar una distancia de 5.900 metros desde la isla de Tabarca hasta alcanzar la playa de Varadero de Santa Pola, en Alicante.

Álvaro, quien lleva desde pequeño en la Fundación Síndrome de Down de Madrid (Down Madrid), completó esta prueba en tres horas y dos minutos y su hermano Daniel, en dos horas y 48 minutos. Estos hermanos se encontraron con unas condiciones difíciles, el mar se complicó, con corriente y bastante oleaje, algo que hizo que la travesía fuera dura y les costara, pero su padre, Pedro, que les acompañó en todo momento a bordo de un kayak, indicó que a pesar de todo “fue una experiencia impresionante”.

Según indica Pedro, esta prueba “fue un reto para Álvaro”. “Cuando lo inscribimos en la prueba, le dije que iba a ser duro, que iba a tener que esforzarse y apretar los dientes, así que él en todo momento fue consciente de lo que iba a suponer la travesía”, asegura. Los dos chicos han estado entrenando cinco meses para esta prueba, apesar de que sólo han practicado en aguas abiertas el día de antes de la travesía.

El contacto de Álvaro con el agua empezó con tan sólo tres meses, como una propuesta de estimulación temprana en el agua. Sus padres comprobaron la buena reacción que tuvo con el agua, un medio en el que él se desenvolvía bien y se encontraba a gusto. Poco a poco fue evolucionando, pasando por cursos de verano hasta llegar a formar parte del Club Natación Sur de Madrid, un club que Pedro encontró por casualidad y al que está muy agradecido por la gran aceptación que ha tenido con sus dos hijos y donde desde el primer momento han tratado a Álvaro de tú a tú.

Con la natación “Álvaro se siente cómodo, seguro, se encuentra bien y tiene un rendimiento por encima de la media de algunos chicos de su edad que no tienen discapacidad, algo que él ve reconocido, y ese trabajo bien hecho aumenta su autoestima”, indica Pedro. “Gracias a este deporte, Álvaro ha podido desarrollar una serie de habilidades que sin éste a lo mejor no hubiese desarrollado o le hubiese costado más”, añade.

Aparte de los beneficios físicos, Pedro señala que lo más importante que le ha dado la natación a su hijo mayor es la integración social, el desarrollo de las habilidades sociales, la seguridad y, sobre todo, la visión de sí mismo, reconocerse a él mismo y tener autoestima. “Todos, independientemente de que tengamos discapacidad o no, necesitamos un sitio donde nos sintamos bien, a gusto, y Álvaro lo ha encontrado en la natación”, agrega.

Todo lo que ha conseguido Álvaro gracias a la natación no sería posible sin la ayuda de su hermano Daniel. Para Pedro, “Daniel es fundamental en la vida de Álvaro, es su modelo a seguir, es la figura en la que se ha basado siempre”.

El Club Natación Sur estuvo representado en la travesía por 12 nadadores, entre ellos Álvaro y Daniel y dos de sus entrenadores. El entrenador y director del club, Vicente Escudero, fue la persona que tuvo la idea de participar en esta travesía y quien acompañó a Álvaro en todo momento.

Es la primera vez en las 22 ediciones que lleva celebrándose la prueba que participa una persona con las características de Álvaro. Este año, se creó la categoría ‘Acero de Barco’ para personas con discapacidad según las categorías establecidas por el Comité Español. En ella participó Álvaro y una chica ciega total, que realizó la prueba acompañada por su lazarillo.

La Travesía a Nado Tabarca – Santo Pola, organizada por el Club Natación Alone, es una prueba solidaria de carácter popular de media distancia que se realiza en aguas abiertas cubriendo una distancia de 5.900 metros desde una isla a la península. Este año recibieron más de 3.000 peticiones de pre-inscripción, pero para garantizar la seguridad de los nadadores, participaron un total de 1.417 personas.

 

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