La entrevista de Down Madrid -Cristian-

Cristian nació y se crió en Caracas, Venezuela. Por la situación del país, al poco de casarse emigró junto a su esposa a Europa para formar una familia, a pesar de los cambios que ha tenido en su vida, afirma que no ha sido tan difícil puesto que por sus venas corre sangre española e italiana.

Muchos de vosotros lo conoceréis porque seguro que os ha recibido con una gran sonrisa en cualquiera de las dos recepciones de nuestros centros. Pero a lo largo de esta entrevista vamos a conocer su historia más detalladamente.

¿Cuál ha sido tu sueño profesional?

Desde pequeño he querido conocer el bien y poder transmitir mis conocimientos a los demás, con la experiencia fui descubriendo que se me daba bien ambas cosas y que tenía la vocación de enseñar, por ese motivo estudié Educación en la especialidad de Historia y Geografía, junto a eso mi mayor deseo ha sido el de formar una familia ejemplar.

El puesto de trabajo que realizo en la fundación es, en parte, nuevo para mí, ya que la mayor etapa de mi experiencia laboral ha sido desempeñando mi profesión. Llevo trabajando en la fundación desde mayo del 2016 y, aunque no desempeño mi profesión, me siento bien porque es lo más parecido al ambiente de colegio al que estaba acostumbrado y porque he podido poner en práctica mis habilidades organizativas, administrativas y manuales. He descubierto que el ser profesor es un plus que ayuda para ejercer de forma correcta cualquier puesto de trabajo y eso me ha ayudado mucho, en el trato con mis compañeros de trabajo, con las familias y de manera especial con los chicos, teniendo paciencia, amabilidad, comprensión, serenidad y permitiendo que me pueda involucrar mejor en las actividades de la fundación.

¿En qué consiste así a rasgos generales tu puesto?

Comencé trabajando en la recepción de la sede y luego en 3Olivos. Actualmente me encargo, a grandes rasgos, de todo lo que implica la gestión de las incidencias de mantenimientos del centro 3Olivos, gestión y control de facturas, pedidos y compras de material, control del catering, solicitud de presupuestos, gestión de los espacios del centro, control del personal de limpieza y de recepción, control de caja, entre otras cosas.

Creo que para el buen funcionamiento de cualquier labor dentro de la fundación es importante el respeto, el compromiso y la buena educación.

¿Cómo es tu relación con las personas con discapacidad intelectual?

Tengo una buena relación con todos los chicos con los que he tenido la oportunidad de interactuar o compartir, especialmente con mis compañeros de recepción que tienen discapacidad intelectual, creo que están a gusto y que se sienten comprendidos y apoyados.

¿Qué es lo más divertido/extraño que te han preguntado en la recepción o por teléfono?

En cuanto a anécdotas divertidas, recuerdo cuando estuve en la recepción de la sede, que antes y todavía muchos la llamamos “caídos”, porque la calle donde está se llama así. Llamó en una ocasión llamó una madre que por la voz, se conoce que era mayor y se había confundido ya que quería llamar a 3Olivos, y yo le dije que no, que ésta era la sede de caídos y la señora me dice entre extrañada e incómoda: “Que no, que no, que el centro no es de personas que se hayan caído, es de personas con discapacidad intelectual”.